Como colofón a la idílica Semana Santa vivida en el valle de tena, nos disponemos la visita a Pompie. Es el último día de nuestra estancia en el valle, el lunes de Pascua, y es nuestra última oportunidad para el asalto a Pompie.
Tras un largo divagar sobre si lo intentamos o lo dejamos para otra ocasión (temporada), ya que la subida se afronta por el sur con largas diagonales, y la zona se encuentra con una buena capa de nieve reciente por las últimas copiosas precipitaciones, pasan los minutos sin que el grupo tome la decisión final.
Por un momento llega a cundir el desánimo en el grupo de descensoesquiclub formado en esta ocasión por María, Idoya y el servidor, pero que tras las pruebas pertinentes de nivología, parte meteorológico y estado del manto nivoso, la decisión es clara y unánime, salir e intentarlo.
Nos ponemos a la carrera, ya que el paso del tiempo corre en nuestra contra. La primera premisa es, bajar un coche al lado francés del Portalet, concretamente en el Caillou de Soques, a donde según nuestras previsiones llegaremos esquiando unas cuentas horas después.
En pocos minutos regresamos al parking del Portalet, desde donde afrontaremos el ascenso. Comprobaciones básicas del material de seguridad, todo en orden y partimos hacia nuestro objetivo, que no es otro que el Col de Soum de Pompie.
El sol aprieta con fuerza en la temida cara Sur, en donde debemos mantenernos siempre alerta, ya que es esta zona donde suelen producirse grandes avalanchas y por tanto de las más delicadas del recorrido.
En poco meno de 50 minutos, llegamos a nuestro objetivo el citado Col de Pompie a los pies del mítico Midi de Ossau.
Sabemos que la parte más dura de la travesía es el remontar el Col, ya que después al cambiar de vertiente y pasar a la Norte empieza el descenso deseado del Valle de Ossau.
Unas fotos de familia en el Col para inmortalizar el momento y poder recordar así los momentos vividos en la travesía.
La zona se encuentra tranquila, muy poca gente para lo que acostumbra el lugar, pero siendo lunes, es normal encontrarnos el paraje desértico. Es más la diagonal sur de ascenso que tanto la vigilamos ese día desde la estación de esquí de Formigal, no es abierta hasta bien entrada la mañana.
Por el valle de Ossau somos los primeros en descender por una nieve suelta y profunda característica de las caras Norte.
Tras el paso del servidor por la zona, es el turno de Maria que goza en la nieve suelta de Ossau.
La nieve se encuentra en perfecto estado, ya que las primera palas norte están bien resguardadas del viento y del sol.
Ahora le toca el turno a Idoya que en esta primera parte va cerrando el grupo.
Idoya trazando los virajes con velocidad, ya que la nieve invita a esquiarla con decisión y transmite confianza al esquiador.
Pronto acaba lo bueno, ya que la zona Norte del Pirineo, en esta ocasión no goza de tan buenos espesores como su vecina del sur, por el efecto de las borrascas que este año han sido más procedentes del sur de la península.
El valle de Ossau se caracteriza por amplias palas en las que puedes elegir la línea a seguir con total libertad, muestra de ello las firmas dejadas por los integrantes del freeride team del descensoesquiclub.
En este caso viendo la escasez de nieve no bajamos al fondo del valle rápidamente, sino que nos mantenemos en la cara Norte buscando la nieve profunda y continuidad del valle.
Finalmente llegamos al fondo del valle, en donde las chicas tienen alguna dificultad técnica para pasar el río, una vez más, no sabemos lo que les pasa, pero tienen especial atracción por los ríos y las liadillas.
Muestra de ello, la foto captada en el cruce del río de Pompie a la altura de la Cabane de Pucheoux, momento en el cual se vuelve a reagrupar el trío.
No contentas con el anterior cruce del río, volvemos a vivir momentos intensos en el cauce del río Pompie, en el que nos jugamos algo más que el viaje a Chamonix….!!!!
En la cara Sur del Valle de Ossau y ajenos a nuestras maniobras por salvar el río y algo más, un grupo de Sarrios pasta a sus anchas por las laderas desprovistas de nieve.
Alcanzado el bosque, la nieve empieza a escasear, pero nuestros esquís quieren más...
El bosque es una preciosidad para esquiar, pero quizás con más nieve sea más factible…
Las chicas apuran tanto, que María no quiere resistirse a quitarse las tablas hasta el coche, por lo que sus esquís prueban las hierba del Valle de Ossau durante unos cuantos metros.
¿Quién dijo que el esquí de verano no es posible en el Pirineo??? Que se lo pregunten a María, como van esos pepinos de esquís por la hierba….!!!!
Finalmente el valle le gana la partida, y se los tiene que echar a la mochila, cosa que el resto ya lo hemos hecho un buen rato antes.
Bonita cabaña en Soques, en la inmediaciones del parking del coche.
Carteles informativos en la entrada al valle de Ossau desde Soques, ya que este es un valle frecuentado por el paso de la H.R.P.
Tras varias horas de excursión, esquí, aquarío, slalombosque, esquihierba y porteo, llegamos al coche cansados, pero con una gran satisfacción por la experiencia vivida.
Se trata de una ruta fuera de pista, en la que deberemos extremar las precauciones y sólo la acometeremos con tiempo seguro y manto de nieve estable. Prestar especial atención al ascenso de la cara Sur, por ser zona expuesta a grandes avalanchas de nieve.
