PRIMER POLVORON 2015
Cuando amanece un powder day siempre decimos que no hay amigos. Tenemos una misión que consiste en trillar todos los huecos de nieve nueva y eso es prioritario. En las sillas no vamos hablando de nada como en otras ocasiones sino que vamos absortos mirando donde quedan nuevas líneas para abrir en la próxima bajada. Al llegar al remonte te encuentras a todos igual, exhaustos, con respiración entrecortada pero con esa sonrisa en la cara que sin decir nada lo dice todo. No hace falta hablar, los gritos durante la bajada y palabras sueltas como increíble o impresionante son suficientes.
No es verdad. Si hay amigos. Queremos decir que no esperamos a nadie porque lo primero es lo primero, pero lo cierto es que siempre están ahí, a tu alrededor, haciendo lo mismo que tu.
Es difícil explicar a alguien que no lo ha vivido las sensaciones que se viven los días así, pero cualquiera que lo ha sentido puede entenderlo perfectamente. La sensación de ingravidez mientras las piernas te arden y la nieve te salpica a la cara es indescriptible.
Sin embargo, pensando un poco más también estamos ayudando un poco a la estación a la par que a nosotros mismos. Sí, al dejar más compactada la nieve evitamos que el viento que tarde o temprano soplará, se la lleve, de modo que garantizamos una mayor duración del manto igual que pasa en las pistas, especialmente en una estación como Formigal frecuentemente azotada por el viento.
Luego a la tarde volvemos a juntarnos pero no tenemos mucha ocasión para hablar sino que toca soltar las piernas para lo que elegimos Marchica, lugar rebosante de felicidad y buenos deseos donde lo único que buscas es pasar un buen rato.
Este fin de semana ha sido así. Teníamos tanta prisa por empezar, que como había cola para el bus, nos bajamos esquiando por la carretera. Hemos disfrutado hasta el límite de nuestras fuerzas, y eso que nos salvó el asistir a la estupenda charla y práctica sobre avalanchas y uso de arva organizada por Formigal. Hay que pensar también en la seguridad.
El Domingo estuvimos tentados de ir al sector Panticosa que inauguraba temporada y en el que nos esperaba gran trabajo de pisoteo de nieve virgen. Finalmente decidimos quedarnos en Formigal donde pudimos constatar que había quedado mucho trabajo por hacer.
En fin, un gran fin de semana, aunque no el último ya que esta semana se espera siga nevando. No renunciamos a nuestra condición humana que nos invita siempre a pensar que nos espera un futuro mejor.