En los Pirineos existen un sinfín de posibilidades para practicar freeride, desde pequeños fuera de pista junto a las pistas, así como pequeñas pateadas o grandes ascensiones con las focas.
Siempre que se habla de freeride en el mundo del esquí, rápidamente nos viene a la mente las famosas zonas de Norteamérica, como Canadá, Colorado o Utah. Otro destino que se nos viene con gran facilidad a la mente es el de los Alpes, con grandes zonas para la práctica de este deporte.
Pero muchas veces, no hace falta ir tan lejos, ni gastarse tanto dinero ni darse grandes palizas en viajes de envergadura, sino que el Pirineo que tan cerca lo tenemos ofrece tantas alternativas como nuestro nivel lo requiera.
Además para encontrar nieve profunda no hace falta pegarse largas jornadas de esquí buscando la pala perfecta, sino muchas veces es cuestión de suerte y estar en el momento adecuado en el sitio idóneo.
Debemos tener en cuenta que pese a que nieve menos que en otras cordilleras, el esquí fuera de pista entraña dificultades, y nos movemos por un medio hostil y tenemos que ser conocedores de los riesgos que asumimos en cada salida. Saber el estado del manto nivoso, peligro de avalanchas y el pronóstico del tiempo será vital para acometer las excursiones con éxito.
Los Pirineos enganchan y tiene zonas especiales, con su magia contagia a jóvenes y adultos. La zona que más describiremos será la del Pirineo aragonés que es la que mejor conocemos.