Primer fin de semana de la temporada.9/12/2009
A veces parece que la vida da saltos. Teníamos tantas ganas de empezar la temporada que parecía que faltaba mucho tiempo para que llegara…. No veíamos el momento de encontrarnos de nuevo con todas esas blancas sensaciones.
Sin embargo, por fin llega el día, nos calzamos las botas y subimos a esquiar. De repente es como si el paréntesis del verano no hubiera existido, parece que llevábamos esquiando mucho tiempo. Nos reencontramos los amigos, te saludan los pisters, pero nos da la impresión de que no hacía tanto tiempo que no esquiábamos. Es simplemente una sensación, pues los pies te recuerdan que hacía mucho tiempo que no estaban tan encerrados.
De este fin de semana, para mí tres momentos especiales:
Escuchar Enya solo en la silla de ocho bajo el agua y sin absolutamente nadie alrededor, un paisaje blanco que se adivinaba entre la niebla y como me dijo Edu: si es verdad que cuando palmas ves pasar tu vida como una peli, ese sería uno de las fotogramas…. Un momento inolvidable.
La pala final del minutar, estaba, como siempre, deliciosa, con esos giros cortos al principio por la máxima pendiente y el final a toda mecha abriendo el giro y conduciendo sobre el canto.
El reencuentro con las Corvas, con mi compañerita nº 1 con una nieve espectacular después del agua. La tranquilidad sin gente y esa máxima pendiente que te hace entrar en calor hasta el extremo de hacerte sudar por la subida de adrenalina. (Repetí 4 veces)
Os animo encarecidamente a que encontréis vuestros “momentos de nieve”.
