Tras varios días de nevadas de norte llegaba el regalito navideño. La nieve recién caída nos estaba esperando para ser desvirgada, y ese polvorón no vamos a dejar pasar. Tras varios whtashapeos con Mikel de Youdoski, me confirma que sube el lunes para esquiar en Formigal y probar así a fondo los Red Hot en 194 y los Soul en 195cms, esquís de generoso patín 122mm y115 respectivamente.
Además viene acompañado de su hermano Alberto que trae los Born ToRide Psycho, algo más estrechos que los otros dos, pero tremendamente efectivos también.Desde el minuto uno, queda claro q no va a ser un día de transición, sino que han venido a lo que han venido y se nota las ganas en cuanto las fijaciones se aprietan. Somos de los primeros en la parte alta del remonte de Tramacastilla y nos hacemos una bajada pos pista para calentar, calentar lo que se dice calentar se calentarían las suelas de los esquís, ya que el descenso fue espectacular, como 3 gallos salidos del corral en busca de la ansiada libertad….
Sin más dilación pasamos a lo que hemos venido, son esquís de freeride de patin ancho, por lo que su potencial hay que sacarlo fuera de las pistas pisadas. Entramos al tubo superior con decisión, y es que la nieve se deja.
La anécdota del día viene en esta primera bajada, donde un error de cálculo con mi predecesor me lleva a un vuelito, comida de palo, otro vuelito y revolcón. Todo queda en un susto que me tocará la lumbalgia durante unos cuantos días… Palabras de Mikel: “ No estamos en la Freeride World Tour calentao.”
Nos vamos hacia la zona de Espelunciecha ya que a los hermanos Echeverría les trae muy buenos recuerdos, y una vez más podemos sacarle chispas. Nos encontramos muy buena nieve en la zona con pocas huellas y con poco pateo escasos 15 minutos a la Tachuela.
Eso sí mucho trillador una vez más, y esta zona tras la nevadas suele estar muy cotizada. La zona estaba disfrutona donde probamos al máximo las fieras de semejantes dimensiones. El engorile es máximo bajada tras bajada.
Tras trillar la zona a placer, y viendo que la temperatura va increchendo, decidimos cambiar y subir para la zona de La Mina, lugar de gran encanto. Parece que ha subido poco trillador, y la zona a la que vamos no ha bajado nadie, así que todo el monte nos espera.
Jugueteamos con algún que otro pino en la zona, y la nieve pese a la temperatura sigue estando buena. Bajamos por la zona Este para que los hermanos la conozcan ya que nunca han estado por allí. Un buen día para conocerla.
Con la euforia de la nieve y ver cómo van los bichos, seguimos sin intercambiarnos los esquís entre lo Mikeles, que ese era el objetivo del día, probar los dos modelos de esquís en las mismas condiciones y ver así las diferencias. Una paradita para reponer fuerzas y vamos al lio que nos espera todavía el pico tres hombres.
Los hermanos ya no daban nada por esta zona la cual nos vuelve a sorprender, lo mejor del día está por llegar. Una nieve suelta de las de cara norte nos tiene preparado un descenso adrenalítico.
Tras el pateo llegamos a la cima donde nos hacemos las fotos de familia Born to Ride, el día está despejado por lo que las vistas son inmejorables.
Tras el flanqueo por la cara sur donde la nieve está un poco más pesada como cabe esperar, llegamos al collado donde tenemos el tubo minutar esperando y todo un sinfín de palas en las que abrir huella.
Cada uno a su elección escoge la línea. Unos cornisas, otro palas, y finalmente todos al tubo, donde la nieve está acumulada y suelta.
Los virajes se van encadenando uno tras otro y los esquís siguen sorprendiendo, sorprendiendo por su polivalencia en medida tan tocha y su flotabilidad.
La maniobrabilidad es total, entramos al tubo con ganas de probarlos en zonas más cerradas y van igual, por lo que el B2R Soul en 195cms queda bautizado como “el freeride de los Pirineos”.
Mikel demuestra soltura con Los Red Hot, y es que el Red Hot en 194cms es capaz de devorarlo todo. Como dice “son imparables independientemente de cómo este la nieve”.
Y finalmente nos marchamos con la sensación de un gran día de esquí, en el que hemos tenido que trabajar un poco, donde los pateos han sido la tónica general del día.
Y una vez más lo deberes sin hacer…El objetivo del día no cumplido, ya que finalmente NO nos cambiamos los esquís, pero con la sensación de haberlo esquiado todo, y sino vean la sonrisa de uno de los hermanos Etxeberria, sobran las palabras. Un placer haber esquiado con dos titanes del esquí, donde la formación del esquí base en equipos de competición desde infantiles deja poso.
