Cada año, los momentos previos a la temporada son vividos de manera especial por los esquiadores. Somos conocedores que llega nuestro momento y por ello en cuanto el verano nos abandona, las ganas de esquiar se apoderan de nosotros, como un deseo irrefrenable.
Año tras año vivimos las mismas sensaciones, como si de un ciclo se tratara, los meses previos a la temporada son intensos, según va pasando el mes de octubre estamos atentos a la previsiones meteorológicas, seguimos con atención la evolución de las temperaturas, y celebramos las nevadas por tempranas que sean.
No dejamos de mirar las páginas de las estaciones para ver la situación real en la Webcams, noticias del sector, pequeñas y grandes nevadas con la esperanza que caiga en gran paquetón y las estaciones adelanten la fecha de apertura.
Nos volvemos unos expertos en el tema de la nieve, expertos meteorólogos, expertos en nivología, y no hacemos más que alimentar nuestras ansias de esquiar. Expresiones como, “esta nevada sirve para enfriar el terreno...”, “esta nevada hace de capa para futuras nevadas...”, son una constante año tras año previas a la temporada.
Todo ello se mezcla con deporte intenso de BTT, senderismo, etc, bien para ponernos en forma o quizás más bien para que nuestra mente se encuentre más relajada y nos haga más llevadera la espera.
Pero finalmente la nieve llega, cubre nuestras montañas y es momento de desempolvar las tablas. Normalmente el pistoletazo de salida se da con el esquí de travesía, por la zona del Portalet, lugar de pruebas clásico elegido por los miembros del descensoesquiclub.
Soportamos expresiones como, “estáis locos...”, “a donde vais si todavía no ha nevado casi...”, “pero si todavía no han abierto las estaciones…”, “os estáis jugando la temporada…”, y a veces parte de razón tienen, pero el deseo irresistible de esquiar nos empuja a probar al anhelado oro blanco y nos vamos a por nuestra ración de polvorón.
Es momento de volver a calzarnos las botas, comprobar si nos acordamos del esquí y retomar sensaciones olvidadas durante el largo periodo estival.
Con ello damos la bienvenida a la nueva temporada, que como cada año esperamos que sea al menos tan buena como la anterior…
La gente opina que somos enfermos, quizás tengan razón, pero la única medicina que cura esta patología es la nieve profunda y seca.
Feliz temporada 2010-2011
